Desde que nacen hasta los 6 años es el momento ideal para estimular a tu hijo/a y desarrollar sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas. Durante esta etapa se perfeccionará la actividad de todos sus órganos y de sus sentidos, en especial la percepción visual y la auditiva. Igualmente se desarrollarán los procesos psíquicos y las habilidades mentales.
En ocasiones, la estimulación temprana es necesaria porque el proceso evolutivo es más lento del correspondiente para su edad, en estos casos el tratamiento se convierte en algo fundamental. No obstante, en todo niño, a través de la estimulación temprana, se potencian sus habilidades motoras, sensoriales, del lenguaje, afectivas y sociales, favoreciendo al máximo su desarrollo potencial. ¿A qué esperas?