Cuando formas una pareja os une el amor, la ilusión y ese sentirse bien que hace pensar que será así toda la vida. Pero con el tiempo,…Con el tiempo,… dejamos de ser la idea que otro se ha fraguado de nosotros, cambiamos y esos cambios no siempre van al unísono. Esto, si se sabe entender, lejos de ser un hándicap, enriquecerá a la pareja aportando cada uno sus aprendizajes emocionales. Sí buscamos que el otro satisfaga plenamente nuestras carencias, sólo encontraremos insatisfacción; pero, si dejamos de pedir lo imposible, podremos construir un amor maduro y duradero.
Además, están las diferencias de género. Los psiquismos, sentimientos y emociones son diferentes en hombres y mujeres, haciendo que cosas nimias puedan convertirse en serios problemas de entendimiento. Comprender estas diferencias y aceptarlas es de gran ayuda. Ser pareja no significa compartir todo. Es necesario cuidar el espacio personal, físico y psicológico, donde cada uno tenga su parcela de intimidad y de relación con los demás.
Para construir una buena relación hay que alimentar el amor, reaprender a amar y modificar las reglas de la relación. Amemos mucho pero, además, amemos bien. Las claves están en el respeto, la tolerancia, la comunicación. Hacer que el otro se sienta escuchado y tenido en cuenta. Así, el amor no sólo no se desgasta, sino que se hace cada vez más sólido.
Si la pareja, la familia, está en situación crítica y no sabes cómo reconstruir, necesitarás ayuda psicológica. Puede ser una psicoterapia de pareja y/o individual, para entender qué está pasando en la relación y contribuir a reconducirla; o una psicoterapia sistémica para reconstruir las relaciones familiares conflictivas e ir creando otras nuevas y válidas para todos. En otros casos, se hace necesaria la orientación. Con la orientación “ser padres” podrás construir un proyecto educativo familiar consensuado y coherente, mientras que el consejo y orientación psicológicos será útil cuando no se sabe cómo actuar. Sin embargo, si la comunicación está rota, en casos de separación y para prevenir conflictos posteriores, la mediación permitirá que un interlocutor profesional os ayude a encontrar consenso en determinadas decisiones.
Dr. Santiago Segovia Vázquez.
Catedrático de Psicobiología.
Coordinador de Psicoterapia de ELEA.
Publicado en la revista Zitus (Febrero 2011).