Los padres siempre quieren “lo mejor” para sus hijos, pero educar es una tarea compleja que se debe realizar con amor, consciencia, coherencia, cohesión, firmeza, y perseverancia. Esto no es fácil y precisa una formación y reflexión conjunta de los padres.
Los niños necesitan una guía positiva para tener éxito en el camino de su vida y los padres son los responsables de guiarles. Pero, ¿cómo debes crear un proyecto de educación positiva? Educar es guiar a los hijos, de forma positiva, hacia lo que los padres creen que es bueno para ellos. Requiere que ambos compartan criterios con coherencia, que sean firmes en su aplicación, constante y consecuentes. Educar puede ser fácil si los padres saben hacia dónde quieren guiar a los hijos.
Tener un proyecto de educación familiar es fundamental para que los hijos sean felices, porque ser felices no es que les dejemos la vida resuelta. Ser felices es ayudarles a que crezcan progresando en su autonomía y sintiéndose bien consigo mismo. El futuro de tus hijos no empieza mañana, empieza ahora.
Los programas de orientación familiar están dirigidos a padres, colegios y ampas.
En Elea encontraras:
Ser padres es un hermoso compromiso que la mayoría de las personas deseamos realizar. Unido a ese compromiso esta la responsabilidad de actuar como padres, de educar a los hijos para que aprendan a desenvolverse en la familia, en la escuela, en la sociedad.
Pero, ¿Por qué es preciso entrenarse? Porque educar es una tarea compleja que dos personas deben realizar con cohesión, consciencia, coherencia y perseverancia. Esto no es fácil y precisa una formación y reflexión conjunta de los padres. A través de esta formación de padres descubrirás cómo.
Cuando el bebé nace cuenta con sus cinco sentidos y un gran potencial por desarrollar. Los cuidados, caricias, palabras, miradas y juegos que los padres realizan a sus bebés, son fundamentales para su desarrollo. Estos primeros estímulos serán su primer contacto con la vida.
Descubre en esta formación de padres cómo ser el principal estímulo de tu bebé con estos talleres adaptados a su evolución. Aprende técnicas y recursos con fundamento que ayudarán a desarrollar todo su potencial, tanto físico, psíquico o sensorial, desde muy temprana edad.
En esta etapa los niños empiezan a controlar el medio, comienzan a experimentar un notable desarrollo psicomotor, cognitivo, personal, social y moral, así como un importante avance en la adquisición del lenguaje. Pasan la fase egocéntrica para irse abriendo al dialogo socializado.
Los padres son modelo y los niños comienzan a tomar conciencia de propio yo y de su aceptación y estima, por tanto, empiezan a tomar conciencia de sus propias posibilidades y limitaciones, al tiempo que aprenden de los mayores formas de comportamiento y normas sociales básicas.
En esta etapa el niño empieza a verse a través de la mirada de padres, compañeros y profesores, entre todos irán formando su autoestima. Empieza a aprender códigos y reglas, a entender las consecuencias de sus actos, los refuerzos positivos y los castigos. Es cada vez más autónomo. Inicia el juego competitivo y el aprendizaje de roles. Etapa de los preconceptos y razonamiento auditivo
En esta etapa se acentúa la sociabilidad y los amigos comienzan a recobrar importancia. Comienza el sentimiento de pertenencia al grupo, donde lo más importante es estar con los amigos y hacer lo mismo que hacen ellos. En ocasiones aparece un distanciamiento aparente de los padres, y a veces los hijos se muestran menos afectuosos. Reivindican su autonomía ¿Te suena? A nivel moral es el período de afianzamiento de los “principios”.
“¡Tengo un hijo adolescente!”, esta expresión predispone a cierta inquietud y temor que pone en alerta a los padres, y hace que extreméis las medidas de control para que vuestro hijo no se distancie mucho de lo que “debe ser”, mientras el intenta encontrarse a sí mismo y busca su propio camino.
Los hijos no nos pertenecen, nosotros debemos aprender a soltar y ellos deben aprender a ser autónomos, a vivir con responsabilidad, a adquirir compromiso con su vida. Pero,… ¿Cómo enseñarles? Este es un buen momento para aprender a relacionarte con un adolescente.
Educar a un hijo hiperactivo no es fácil porque sus características hacen que no responda a las pautas educativas como responden otros niños.
Los padres necesitan un entrenamiento que les permita entender a su hijo y aprender a educarle, favoreciendo su progreso y su crecimiento personal. La educación positiva también es posible para el hijo hiperactivo
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