En primer lugar, se realizar una entrevista inicial de recogida de datos que aporta el paciente o la familia, en el caso de que se trate de un niño.
Tras la entrevista, se realiza una valoración del funcionamiento de las ondas cerebrales en determinados puntos del cerebro, recogiendo datos cuantificados de la medida que utilizaremos como línea base o punto de partida. A partir de esta información se diseña el programa a seguir y el plan de prioridades.
Las sesiones de intervención son monitorizadas por un especialista. Se coloca uno o más electrodos en el cuero cabelludo y en los lóbulos de las orejas. Los electrodos funcionan simplemente como sensores que recogen la información sobre la actividad eléctrica de su cerebro que es recogida automáticamente por un programa informático, pudiendo de esta manera analizar su patrón de ondas cerebrales en tiempo real. Se utiliza un videojuego o documental que se acciona mediante el funcionamiento de la onda cerebral que se está trabajando cuando cumple con los niveles-objetivo de la sesión.
Tras cada sesión se obtiene un resultado de los niveles obtenidos que nos permite conocer la evolución del sujeto. Cada cierto tiempo se realiza una evaluación más completa.