Esa etapa de la vida de las personas que llamamos “ser mayor” cada vez, afortunadamente, se prolonga más en el tiempo y es importante que los mayores mantengan activas sus capacidades para favorecer su bienestar físico y mental. La estimulación de la comunicación favorecerá su integración social.
Las personas a medida que se van haciendo mayores pueden ir perdiendo eficacia en los sentidos de la vista y el oído, así como un enlentecimiento de sus facultades cognitivas (memoria, atención, reflexión), de las funciones ejecutivas (secuenciación, organización, planificación) y de las funciones específicas del lenguaje relacionadas con la comunicación, el habla, la voz y la audición.
Es importante que el proceso normal del envejecimiento en las personas mayores tenga una atención del logopeda y del neuropsicólogo para retrasar o evitar el retraimiento y la pérdida del contacto social que frecuentemente conlleva esta etapa vital.
Las personas cuando se van haciendo mayores y van enlenteciendo sus capacidades cognitivas se olvidan de las palabras, de los hechos, de lo que iban a decir.
Los interlocutores que saben conectar con personas mayores entienden que los olvidos son normales en el proceso de envejecimiento y les ayudan a salvar estos momentos, facilitándoles que los resuelvan de manera natural, sin que estas situaciones les hagan sentir mal y estimulando su conversación.
Algunas personas, a veces familiares próximos, no comprenden que para toda persona mayor esta etapa de pérdida de facultades es dura y que el mayor, si no se siente entendido, intenta disimular que no oye, que se le ha olvidado una palabra o que no se acuerda de lo que estaba diciendo y opta por hablar menos para no evidenciar sus fallos.
Es frecuente que la persona mayor esté mucho tiempo sola, acompañada de sus pensamientos y sentimientos y se va metiendo hacia dentro, perdiendo la necesidad de hablar. La soledad y la falta de comunicación pueden producir depresión en estos casos.
Todo esto le llevará a mejorar su calidad de vida.
Los Trastornos del lenguaje que se pueden llegar a dar en personas mayores son trastornos debidos a diferentes enfermedades que afectan al cerebro y al sistema nervioso, y que normalmente requieren un tratamiento interdisciplinar: Logopedia, Neuropsicología, Fisioterapia respiratoria y Terapia ocupacional.
“Es importante que la acción del logopeda sea en una fase temprana»
En estos casos, la intervención con la persona mayor no va enfocada a que recupere actividad, sino a contener la evolución del deterioro. Es importante, por tanto, iniciar tratamiento cuando aparecen los primeros signos, y que tanto cuidadores como familiares aprendan a tratar a estas personas mayores.
Es la pérdida de capacidad para entender lo que escucha y la habilidad para poder expresar. La causa no es física porque los órganos fonoarticulatorios (boca, lengua, faringe y las cuerdas vocales) funcionan correctamente. Es un problema específico de la recepción y emisión del lenguaje, eso no quiere decir que la persona no piense y no sienta.
La disartria es un trastorno que afecta a la parte motora del habla.
Es un trastorno que afecta a la preparación del alimento para que pueda llegar al estómago, manifestándose en dificultad para masticar y tragar los alimentos. Esta dificultad ocasiona problemas de nutrición, de deshidratación, y problemas con la ingesta de medicamentos
En primer lugar, es importante realizar una evaluación logopédica, si no se parte de un informe previo, para conocer el nivel de afectación que tiene en el lenguaje y en qué área se manifiesta (articulación, voz, deglución, comunicación). En ocasiones, se precisa una valoración neuropsicológica más completa que analice el estado de evolución de sus capacidades mentales y ejecutivas.
La intervención se realiza estimulando las áreas afectadas según las necesidades específicas detectadas en la evaluación y se puede realizar de manera individual o en grupo, sobre todo cuando el objetivo es la comunicación. La periodicidad varía igualmente, puede ser un día o dos a la semana. La orientación a familiares y cuidadores es fundamental.
La intervención se puede hacer de manera presencial en nuestras instalaciones, online (vía Skype) o a domicilio, previa evaluación del caso.
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